Ciberataques: La amenaza que ya no podemos ignorar

POR: ADRIANA MELÉNDEZ

[Artículo de opinión] 

Con el aumento de los ataques cibernéticos, no solo en entornos personales sino también en espacios gubernamentales y corporativos, es más importante que nunca considerar la seguridad cibernética al desarrollar su plan de seguridad. Ya hemos comenzado a ver incidentes que afectan la vida de los ciudadanos comunes, como el cierre del oleoducto Colonial en los EE. UU. el año pasado, que resultó en que la empresa pagara $ 4.4 millones que exigían los hackers. Hace años, las organizaciones no le hubieran dado mucha importancia al tema de la ciberseguridad dentro de una empresa. Pero ahora, estos incidentes han demostrado cuán vulnerables son las organizaciones a los ataques cibernéticos y cómo, en esta nueva era de modernidad, es primordial construir una infraestructura que pueda repeler estos ataques. 

Al igual que los países buscan reforzar sus defensas con muros gruesos y artillería de última generación, así mismo deben prepararse contra la amenaza no tan absurda de los ataques cibernéticos. Los informes muestran que el programa maligno utilizado para estas ofensivas está fácilmente disponible en la web oscura, con el precio más barato de solo $50. Es incluso peor determinar quién es el responsable de estos ataques, dada la naturaleza turbia de las transacciones y sus jugadores tomando precauciones adicionales para ocultar sus identidades. 

¿Entonces, qué se puede hacer? 

Existen muchas alternativas para proteger a una empresa u organización ante un ciberataque. Consultar a un experto, realizar auditorías de seguridad periódicas y capacitar a los empleados para que reconozcan y reaccionen ante los ataques cibernéticos son solo algunas de las muchas formas en que las empresas y los gobiernos se están moviendo hacia un ciberespacio más seguro. Además, las organizaciones deben asegurarse de que los miembros y empleados sigan los protocolos de ciberseguridad, ya sea actualizando regularmente las contraseñas institucionales o asegurándose de que los empleados no accedan a páginas web sospechosas o inseguras. 

Además, las empresas deben apoyar a aquellos dentro de su organización que ya combaten y protegen sus sistemas contra programas malignos, asignando más recursos a su departamento y asegurándose de que las personas dentro de él sean capaces y estén educadas para proteger sus activos digitales. 

La era de la modernidad está aquí; corresponde a las empresas, organismos y organizaciones equiparse y enfrentarlo con la preocupación y seguridad que amerita. Solo entonces podremos realmente cosechar los beneficios que la tecnología tiene para nosotros y el mundo.